Rejuvenecimiento divino de la piel, apariencia corporal, tejido subcutáneo en trastornos patológicos de la estructura interna.
Texto de estado de ánimo
El Señor, en una corriente constante, inagotable e interminable durante todo el año, vierte en mí una nueva y gigantesca carga de vitalidad durante muchas décadas de vida joven, alegre y enérgica. Estoy lleno hasta la médula con una nueva y gigantesca carga de vitalidad.
El Señor a la vez en todos los sistemas del cuerpo, todos los órganos internos, todas las células nerviosas del cerebro y la médula espinal, toda la piel, todos los cabellos de la cabeza a la vez, infunde simultáneamente una nueva y gigantesca vitalidad. Con el brillo del relámpago siento: estoy completamente lleno de una nueva y gigantesca carga de vitalidad.
El Señor, en un fluir constante, las 24 horas del día, todo el año, vierte una nueva y gigantesca carga de vitalidad en mi alma, en mi cabeza. El Señor derrama un poder divino gigantesco en mi alma. Nace en mí un alma recién nacida-joven, un alma recién nacida-joven, alegre, juguetona, juguetona, un alma joven de una niña despreocupada y juguetona. Vivo más divertido, más divertido, más alegre. El alma entera canta con alegría, con la alegría de vivir. Sonrisa primaveral brillante y soleada en mi rostro.
Y el Señor, con un fluir constante e inagotable, vierte en mi cabeza una nueva carga gigantesca de vitalidad, una nueva carga gigantesca de energía juvenil. El Señor vierte constantemente en mi alma, en mi cabeza, una energía gigantesca y titánica de rápido, rápido desarrollo. Todos los mecanismos cerebrales están en constante desarrollo, claramente amplificados. Todas mis habilidades se desarrollan rápida y continuamente.
Y el Señor infunde un gigantesco poder divino en los mecanismos cerebrales de la voluntad con un flujo constante. Los mecanismos cerebrales de la voluntad se amplifican millones de veces.
El Señor infunde una energía divina gigantesca que se desarrolla rápidamente en los mecanismos cerebrales de la voluntad con un flujo constante e inagotable, las 24 horas del día, durante todo el año. Los mecanismos cerebrales de la voluntad se amplifican millones de veces. Mi fuerza espiritual aumenta millones de veces. Nace en mí la fuerza divina del espíritu que todo lo conquista. Con el esplendor del rayo siento: nace el dominio completo del espíritu sobre la materia, nace el dominio completo del espíritu sobre el cuerpo.
Y el Señor en un fluir inagotable y constante vierte en los mecanismos cerebrales del pensamiento colosal, energía gigantesca de rápido desarrollo. Los mecanismos cerebrales del pensamiento se desarrollan rápida y enérgicamente, se amplifican millones de veces. El poder materializador de mi pensamiento aumenta millones de veces. Cada uno de mis pensamientos sobre la juventud, sobre la buena salud va acompañado de un impulso gigantesco desde el cerebro hacia el entorno interno del cuerpo, que hace que todo mi cuerpo, todo mi cuerpo se corresponda exactamente con el contenido de mi pensamiento.
Todo el organismo moviliza todas sus posibilidades ilimitadas para la ejecución exacta de mis pensamientos. Y por lo tanto, todo lo que diga sobre mí será necesariamente, inevitablemente, exactamente como digo. Y el Señor infunde con un flujo inagotable y constante en todos los mecanismos cerebrales de mis habilidades una energía gigantesca de rápido desarrollo.
Todas mis habilidades se están desarrollando rápida, rápida y enérgicamente. Toda mi creatividad e inteligencia se están desarrollando rápida y enérgicamente. Todas las habilidades físicas se desarrollan rápida y enérgicamente. Todas las facultades espirituales se desarrollan rápida y enérgicamente. Con el brillo de un rayo, siento que estoy cambiando rápidamente desde el nacimiento hasta el día de hoy. Con el brillo del relámpago siento: nací de nuevo como una joven belleza en rápido desarrollo, como en los jóvenes de 15 a 17 años. Con el brillo del relámpago siento: tengo toda la vida por delante de nuevo, tengo toda la vida por delante.
El Señor me llena con una nueva y gigantesca carga de vitalidad, una nueva y gigantesca carga de energía juvenil durante muchas décadas de una vida joven, alegre y enérgica. Con el brillo de un rayo con mi visión interior, me veo en 10 años y más como una joven belleza divinamente hermosa en desarrollo. Con el brillo del rayo con mi visión interior, me veo a mí mismo en 30 y 50 años como una joven, alegre, divinamente saludable, con una energía en rápido desarrollo, cada vez más talentosa, cada vez más brillante y divinamente hermosa. Y me llena de una alegría de vivir triunfante.
Y el Señor, en un fluir constante, inagotable las 24 horas del día, infunde una nueva y gigantesca carga de vitalidad en todo mi sistema nervioso. El Señor infunde con un flujo constante en todas las células nerviosas de la médula espinal cerebral, en todos mis nervios, en todo mi sistema nervioso, el Señor infunde con un flujo constante e inagotable una nueva carga gigantesca de vitalidad, una nueva carga gigantesca de energía juvenil durante muchas décadas de una vida joven, alegre y enérgica.
Todo mi sistema nervioso se magnifica un millón de veces. Todo mi sistema nervioso se está volviendo más sano y más fuerte rápidamente. Todo mi sistema nervioso renació como un recién nacido, joven, al margen de la vida. Nace un sistema nervioso divinamente joven, divinamente fuerte y divinamente sano.
El Señor infunde todo mi sistema nervioso en un flujo constante e inagotable, una fuerza vital creativa divina gigantesca, una fuerza vital divina que regenera y rejuvenece todo. Todas las drogas, todos los efectos en una persona, tienen sus limitaciones. La fuerza vital creativa no tiene límites. Puedo hacer todo.
El Señor, en un fluir constante, continuo, inagotable, vierte en todo mi sistema nervioso con una fuerza gigantesca, titánica, una vida recién nacida, una fuerza que todo lo revive, todo lo restaura, todo rejuvenece, gigantesca, titánica, una vida apenas nacida. La vida del recién nacido llena todo mi sistema nervioso con un poder titánico. Cura todo mi sistema nervioso a una velocidad tremenda, lo fortalece, vuelve a dar a luz a un recién nacido, joven, divinamente sano e intacto.
Una fuerza recién nacida gigante y titánica se está vertiendo a través de todo mi sistema nervioso en una corriente inagotable y constante. Todo mi sistema nervioso se magnifica un millón de veces. Se vuelven más saludables, se vuelven más fuertes, se vuelven más saludables, tienen los nervios más fuertes. La fortaleza de acero atraviesa todos mis nervios, la fortaleza de acero atraviesa todos mis nervios.
Nací un hombre de nervios de acero. Con el brillo de un rayo, me siento como un hombre de nervios acerados desde que nace hasta la actualidad. Con el brillo de un rayo me siento como una joven belleza divinamente sana y hermosa que se desarrolla rápidamente desde el nacimiento hasta la actualidad.
Y el Señor vierte en todo el sistema cardiovascular, en todo el sistema circulatorio, en el corazón, en todos los vasos sanguíneos, el Señor en un flujo constante e inagotable derrama una nueva carga gigantesca de vitalidad, derrama una nueva carga gigantesca de juventud energía. Todo el sistema cardiovascular se amplifica millones de veces. En todo el cuerpo nace una circulación sanguínea divinamente libre, divinamente útil, rápida, alegre, joven, juvenil.
Y el Señor sigue derramando en mi corazón con un fluir constante, inagotable, una nueva carga gigantesca de la energía fisiológica de la juventud, sigue derramando una fuerza fisiológica gigantesca. El Señor sigue derramando la vida recién nacida en mi corazón con un poder gigantesco y titánico. Con una velocidad increíble, todo mi corazón renace como un recién nacido, joven, divinamente sano, divinamente sano. Una nueva y gigantesca carga de vitalidad se vierte en todas las estructuras del corazón. Todas las estructuras del corazón renacen como divinamente sanas, recién nacidas y jóvenes. Todo el corazón a tremenda velocidad está restaurando la estructura interna divinamente correcta del infante-joven. Un corazón intacto Un recién nacido divinamente joven ha nacido de nuevo. El corazón divinamente sano, divinamente sano e intacto ha nacido de nuevo.
En el corazón, en todos los vasos sanguíneos del corazón, en todos los vasos sanguíneos de todo el sistema cardiovascular, el Señor infunde constantemente una nueva y gigantesca carga de fuerza vital, infunde un poder divino gigantesco y titánico. El Señor Dios infunde a todo el sistema cardiovascular un flujo constante e inagotable de un poder gigantesco de rejuvenecimiento divino.
Todo el sistema cardiovascular se amplifica millones de veces. Todos los vasos sanguíneos se fortalecen millones de veces. Todas las venas desde la coronilla de la cabeza hasta las yemas de los dedos de ambas manos, ambas piernas se agrandan millones de veces. Con el brillo del rayo siento: nace una circulación sanguínea joven, rápida y alegre en todo el cuerpo.
Y el Señor constantemente derrama en mí la libertad divina de la vida. Vivo divinamente libre. Surge una circulación sanguínea divinamente libre, rápida y alegre en todo el cuerpo. Surge una circulación sanguínea rápida y alegre en todo el cuerpo.
Dentro del corazón mismo, la sangre fluye en un flujo cada vez más libre y amplio. Como un río alegre en una inundación, la sangre fluye hacia el corazón mismo en un río de alegría cada vez más amplio. En el corazón mismo es infinitamente espacioso, en el corazón mismo es infinitamente espacioso.
Y el Señor, con un fluir constante e inagotable, derrama en mí, más brillante que el sol, la santa luz divina de la plata. Toda el alma es luz brillante. Toda el alma está llena de luz divina de plata sagrada. Toda la cabeza es brillante de principio a fin. El interior del corazón es una luz brillante y brillante. El interior del corazón es brillante, luminoso, ligero, infinitamente espacioso. El interior del corazón es brillante, luminoso, ligero, infinitamente espacioso. Toda el alma es luz brillante. Toda la cabeza es una luz intensa y brillante de principio a fin. Los ojos son brillantes, brillantes. Voy - vuelo como un pájaro con alas. La cabeza es luz-luz, el conjunto es luminoso en todos los aspectos, los ojos son luminosos y luminosos.
Y el Señor, con un fluir constante e inagotable, vierte en mi cabeza la santa curación Divina, la vitalidad creadora Divina, el poder titánico de la vida del recién nacido, el poder gigantesco del recién nacido. El Señor derrama constantemente sanidad santa y divina en mi cabeza. Fuerzas gigantes y titánicas dan a luz a toda mi cabeza como un bebé divinamente hermoso.
Una nueva y gigantesca carga de vitalidad se vierte en todos los folículos pilosos de la cabeza al mismo tiempo, al mismo tiempo que se derrama un gigantesco y titánico poder de recién nacido. La gigantesca energía de la vida neonatal fluye en todos los bulbos de la cabeza, en todo el cabello de la cabeza. Con una velocidad increíble, todas las bombillas de la cabeza cobran vida, cobran vida. El cabello crece rápida y alegremente, cada vez más nuevo, aparece todo cabello nuevo.
A lo largo del cuero cabelludo, la cara, la garganta, el cuello, el pecho, el Señor infunde con un flujo constante un gigantesco poder divino rejuvenecedor, rejuvenecedor de la curación divina, rejuveneciendo el poder titánico de la vida del recién nacido. Las fuerzas rejuvenecedoras gigantes y titánicas dan a luz a todo el cuero cabelludo, la cara, la garganta y el cuello del recién nacido, divinamente hermoso. El Señor infunde simultáneamente una nueva y gigantesca carga de fuerza vital, una nueva y gigantesca carga de energía vital en todo el cuero cabelludo, todo el cabello.
Con el brillo del relámpago siento: una nueva carga gigantesca de vitalidad se derrama por toda la piel de mi cabeza. En todos los folículos pilosos de la cabeza, en todos los cabellos de la cabeza, una nueva carga gigantesca de vitalidad se vierte en un flujo infinito. Los bulbos cobran vida a una velocidad tremenda, a una velocidad tremenda cobran vida en la cabeza, todo nuevo, todo nuevo, todo pelo nuevo crece rápida y alegremente. El cabello en la cabeza se vuelve cada vez más, más y más. El cabello en la cabeza se vuelve cada vez más, más y más. El cabello de la cabeza se vuelve más y más grueso. Una hermosa cabellera joven, espesa y divinamente espesa, renace de nuevo.
Y el Señor infunde el rejuvenecimiento Divino con una fuerza gigantesca en todo el cuero cabelludo, la cara, la garganta y el cuello con un flujo constante e infinito. Con el brillo del relámpago siento: toda la piel de la cabeza, el rostro, la garganta, el cuello renace en un instante como un recién nacido-joven, grande, elástico, elástico-elástico, divinamente bello.
Con tremenda velocidad, la frescura de la juventud nace en mi rostro. Con tremenda velocidad, la frescura de la juventud nace en mi rostro. La frescura gozosa de la juventud nace en mi rostro. Toda la cabeza está completamente renovada. Toda la cabeza renace como un recién nacido, joven, divinamente bello, como en los jóvenes de 15 a 17 años.
Nací de nuevo como una joven belleza divinamente bella, alegre y feliz. Y el Señor, en un flujo constante, continúa vertiendo en mi cabeza una nueva y gigantesca carga de vitalidad, una nueva y gigantesca carga de energía juvenil, una energía Divina gigantesca que se desarrolla rápidamente.
Todo el cerebro está mejorando constantemente, desarrollándose rápida y enérgicamente. Todas mis habilidades se están desarrollando rápida y enérgicamente. Y el Señor, en un fluir constante e inagotable, derrama sobre toda mi piel, sobre todos mis tegumentos cutáneos, una nueva carga gigantesca de vitalidad, una nueva carga gigantesca de energía juvenil. El titánico poder revitalizante-rejuvenecedor de la vida del recién nacido se derrama por toda la piel.
Toda la piel renace como un recién nacido. Todas las estructuras de la piel se regeneran a un ritmo tremendo. Toda la piel renace como recién nacida, joven, gruesa, elástica, divinamente hermosa. Toda la piel de las manos, de las piernas renace como un recién nacido: joven, gruesa, elástica, gruesa, elástica, divinamente sana.
Y el Señor, en un torrente constante y eterno, derrama sobre toda mi piel, todos los tegumentos de la piel, una nueva carga gigantesca, titánica de vitalidad, una carga gigantesca, titánica de energía de rápido, rápido desarrollo. Todos los tegumentos de la piel a una velocidad tremenda restauran en un instante la estructura interna del recién nacido-joven.
Y el Señor Dios en una corriente constante, durante todo el año, derrama eternamente una carga gigantesca y titánica de energía vital por toda mi piel. Toda la piel renace a una velocidad increíble en un instante, joven, sana, flexible y firme. Todo el rostro nace como un recién nacido, joven, divinamente hermoso.
Y el Señor Dios, con un fluir constante, las 24 horas del día, eterno, vierte en mi cabeza una nueva, gigantesca y titánica carga de energía vital. Todo el cuero cabelludo, la cara, la garganta y el cuello están llenos de una energía vital gigantesca. Toda la piel revive a una velocidad increíble, el cabello revive. Todo el cuero cabelludo, rostro, garganta, cuello, en un instante, por voluntad de Dios, renace joven, divinamente bello. Con tremenda velocidad, toda la piel del rostro renace como un recién nacido. En un instante, la frescura de la juventud nace en mi rostro. En un instante, todo el cuerpo recupera una apariencia juvenil divinamente hermosa. Todo el cuerpo a una velocidad tremenda restaura la apariencia divinamente hermosa de los recién nacidos.
Y el Señor Dios, en un continuo eterno fluir, vierte en mis piernas una nueva, gigantesca y titánica carga de vitalidad. Las piernas renacen como recién nacidos, divinamente bellas, fuertes, rápidas, incansables. Las piernas renacen en un instante como jóvenes recién nacidos, Divinamente bellas, rápidas, fuertes, veloces, incansables.
Y el Señor Dios está derramando en mí el joven recién nacido con un flujo constante y eterno. Estoy lleno de juventud recién nacida de principio a fin. Con el brillo de un rayo, me veo en el futuro como una joven belleza recién nacida, divinamente hermosa. Y el Señor Dios sigue derramando en mí una fuerza gigantesca y titánica de juventud recién nacida las 24 horas del día, eterno fluir durante todo el año. Estoy completamente llena de juventud recién nacida, en un instante renazco como una belleza recién nacida divinamente hermosa. Con el brillo de un rayo, me veo en el futuro, tanto a los 10 como a los 30 años, como un infante divinamente hermoso, divinamente hermoso y saludable.
Y el Señor Dios, en una corriente constante y eterna, vierte en mí una energía gigantesca y titánica de rápido, rápido desarrollo. Con mi visión interior, con el brillo de un rayo, me veo en un futuro en rápido desarrollo. Con el brillo de un rayo, me veo en el futuro como una joven belleza en rápido desarrollo. Y el Señor Dios continúa derramando en mí una nueva, gigantesca y titánica carga de vitalidad en un flujo constante, eterno durante todo el año. Estoy completamente, constante, eternamente lleno de una nueva carga titánica de vitalidad. Me estoy volviendo más saludable, me estoy volviendo más saludable, me estoy volviendo más saludable. Con el brillo del rayo, siento que me estoy volviendo más saludable y más fuerte desde el nacimiento hasta el día de hoy y sigo volviéndome más y más fuerte, más saludable y más fuerte. Con el brillo del rayo con mi visión interior, me veo en el futuro como una belleza joven y hermosa, eternamente sana y en constante crecimiento.
Y el Señor Dios sigue derramando en mí la gigantesca y titánica energía de la juventud en una corriente eterna. Con el brillo del relámpago, siento la constante adición de todo lo nuevo, toda la nueva energía de la juventud. Con el brillo del relámpago siento: soy rápido, cada hora, naciendo cada vez más joven belleza, cada vez más enérgica, cada vez más rápida, cada vez más enérgica, cada vez más rápida.